Pilar Jericó: NoMiedo

El miedo, confiesa Woody Allen, es mi compañero más fiel, jamás me ha engañado para irse con otro». Esa emoción ancestral que le ha permitido a la especie humana sobrevivir desde hace 50.000 millones de años, es también una prisión psicológica que limita el desarrollo de estudiantes y profesionales. Para domesticar el temor, llega desde España una nueva propuesta que invita a vivir en el NoMiedo, «basada en el talento, el cambio y la innovación», la cual fue creada por Pilar Jericó, economista y doctora en Gestión del Talento y del Conocimiento; docente universitaria y autora de Gestión del talento (2002) y NoMiedo (Alienta, 2006) ; con ella conversamos para descifrar el laberinto del miedo.– ¿Por qué destapar al miedo, esa emoción que puede considerarse como el último tabú?
– Tengo que reconocer que yo tení­a miedo a hablar del miedo. El porqué, pues porque habí­a que empezar a hablar de ello, en mi anterior libro que era sobre el talento me di cuenta que a veces no desarrollamos nuestro talento porque hay miedo. El talento da miedo, pero la mayorí­a de las veces el peor enemigo de nuestro talento somos nosotros mismos con nuestros miedos e inseguridades. Es un problema muy latino, ya que uno padecemos miedo al rechazo.
– ¿Qué estrategias pueden utilizarse para combatir el miedo?
– Un primer paso es quitarle miedo al miedo. Todos somos hermanos en el miedo y no está mal, sino tuviéramos miedo habrí­amos perecido hace millones de años. Hay un miedo sano o equilibrante que puede transformarse en el tóxico, allí­ empiezan los problemas. Hay que verlo a la cara, reconocerlo y establecer una distancia emocional.

– ¿Qué es el NoMiedo?

– Es una invitación a no utilizar el miedo como fórmula de gestión de las personas y como fórmula para nosotros mismos. En el fondo existen dos formas de vivir y de gestionar las empresas: poniendo anclas o tienes la opción de poner objetivos y crear espacios para que las personas puedan desarrollarse.
– ¿Abordas el fenómeno desde alguna escuela psicológica en particular?
– Es una buena pregunta, yo soy economista y no es tanto unirme a una u otra escuela, sino que hablando desde el punto de vista económico eso sí­ da resultados. Hace un año se presentó un estudio y las 500 empresas más exitosas contaban con un director general con una actitud NoMiedo y crecieron un 758%, es una fórmula que da resultados económicos y también nos hace más felices.
– Pero, ¿cómo erradicar el miedo del mundo corporativo que siempre lo utiliza y lo cultiva como parte del clima organizacional?
– Hay una frase de Henry Ford que a mí­ me encanta y dice: «mi principal problema es que cada vez que pido un par de brazos me vienen con cerebro». El miedo ha funcionado y sigue funcionando en determinados entornos, si tú quieres gente que obedezca, utiliza el miedo; pero si quieres gente que tome decisiones, gente que arriesgue y se deje la piel por el negocio eso ya no sirve.
– Gilles Lipovetsky asegura que vivimos una época de hombres cobardes y mujeres emprendedoras, ¿es eso verdad, quién es más miedoso: el hombre o la mujer?
– Es una pregunta apasionante que me la han formulado muchas veces. Hemos terminado un estudio en la universidad sobre quién es más miedoso, el hombre o la mujer y por un 10% de diferencia la mujer parece tener más miedo. Los dos tienen miedos, pero son distintos, el miedo al fracaso en el hombre es especialmente importante, y en algunas mujeres también, pero nosotras nos sentimos más marcadas por el miedo al rechazo.
– ¿Qué debe hacer un estudiante para entrar a una lí­nea de NoMiedo?
– La clave está en la confianza. Confiar en nosotros mismos, superar los problemas de autoestima e inseguridad. Es interesante darnos cuenta de que la utilización del miedo como fórmula educativa es una fórmula cómoda para meternos dentro de ciertos esquemas. Hay que tener en cuenta que en la medida que creamos más en nosotros mismos seremos capaces de desarrollar nuestro potencial.

+ información: http://www.toptenms.com/

Versión 1.0 publicada en el periódico universitario Letras / 2006. Fotografía por Daniela Izaguirre©